Buenos días de miércoles!
Hoy traigo la tercera y última parte de la celebración de cumple de Pequeño G.
Cómo ya os adelanté la semana pasada, el sábado quedamos a tomar algo por la tarde con nuestros amigos, con aquellos a los que consideramos “cuasi-tíos” de Pequeño G: con mis Amigas del Alma, que ya os presenté aquí, (todas salvo una, que es la que vive en el extranjero) y con otros amigos, no tan del alma, pero amigos también, estos últimos, con hijos.
Habíamos quedado por la tarde para tomar algo en un pueblecito a las afueras de Madrid, y, por supuesto, llegamos tarde. Pero cuando digo tarde, digo tarde tarde. Yo nunca es que haya sido muy puntual, no, para mí, al igual que para Einstein, el tiempo siempre ha sido relativo, y salvo para llegar a clase, exámenes, trabajo, y demás citas donde la relatividad del tiempo no es excusa, para el resto de momentos de mi vida, siempre he llegado un poco a mi aire cuando he ido pudiendo/queriendo.
Esta vez no iba a ser menos: entre la teoría de la relatividad del tiempo que vengo aplicando desde que soy persona y que una cuando una es madre y va con su bebé a algún lado la hora no está asegurada nunca, pues llegamos bastante más tarde de lo previsto, pero bueno, mis Amigas del Alma me lo entienden y consienten todo! Cuánto valen!
Ese día puse a Pequeño G. de estreno con ropita nueva que le compré el martes pasado, es de Gocco, una firma cuyo estilo me encanta, ya colgué una foto en Instagram del correspondiente modelito.
Cuando llegamos, primero dimos una vuelta para ver el pueblito y charlar un poco (sí, cuando los niños están en el carro y el carro en movimiento es el único momento de los adultos para hablar de algo que no sea niños) y después nos sentamos en una terraza a tomar algo, así es que en esta ocasión no hubo tarta ni velas, simplemente quisimos tomarnos algo juntos, y qué mejor excusa que esta para vernos?
Pequeño G. se portó fenomenal! Estuvo jugando muy contento, con el hijo de nuestros otros amigos y con sus juguetes, que tenemos por costumbre llevarlos a todas partes, además, abrió sus regalos (con mi ayuda, obviamente), y, que todo sea dicho, le gustó más el papel de envolver que los regalos en sí.
La fiesta acabó antes de lo que nos hubiera gustado porque estuvimos en una terraza, y ya a medida que se iba acabando la tarde, iba refrescando cada vez más, así es que decidimos recogernos relativamente pronto.
Cuando llegamos a casa, le bañamos, cenó, jugamos un rato, y a dormir! Con esto dimos por concluido sí que sí el cumple de mi Pequeño G! Ya tiene un añito!!!!!!
Ánimo con la otra mitad de la semana! Ya no queda nada!!
Nos leemos pronto!
Mamá G.
Habeis hecho una supercelebración de tres días jeje, eso ha sido un pedazo cumpleaños, y si lo pasasteis bien todos,mucho mejor; yo también llego tarde siempre desde que soy madre jeje ainss
Besos
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Lo de la puntualidad es un tema…parece que tienes la llave en la mano, todo listo, y de repente, algo sucede que te hace retroceder jaja
Un besito!
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Jajaja esto ha sido un cumple en toda regla, 3×1. Me alegro que tenga tanta gente con la que celebrar, eso siempre es bonito! Nosotros hicimos muy buenos amigos tambien en Londres…
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Sí! Ya está, ya se acabó! jaja El tener familia en dos países distintos, te hace tener que hacer dos celebraciones porque no puedes juntar a todos el mismo día (y más si las familias no hablan el mismo idioma…jaja).
Un besito!!
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Menudo fieston!! Jeje no ha faltado de nada!! Es q el primero es tan especial!! A ver q tal se nos da a nosotros!! Creo q tb lo haremos con los amigos por separado… Ya os contare jeje Un besote!!
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Nosotros creíamos que era lo mejor, un día con la familia, y otro con los amigos, les invitas a tomar algo y charlas un rato, listo! Si no, demasiada gente junta para nosotros jaja
A ver qué hacéis el mes que viene! Ya nos contarás!
Besitos!
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