Por Madrid llevamos unos días de un frío bastante intenso…es lo que tiene el invierno, tampoco se pueden pedir peras al olmo, hemos tenido un otoño que ni soñado…
El caso es que ahora, con este frío cuesta más arrancarse a la calle, por lo menos con niños pequeños. Nosotros hemos estado saliendo todos los días de frío, bien abrigados, pero allá íbamos al parque, a pasear por la avenida, a ver buses (distracción absoluta en esta casa), a casa de los abuelos…pero el problema no es tanto el frío que se combate abrigando bien al niño, sino la lluvia. La lluvia nos frena más a la hora de salir a la calle…y es que, ¿dónde vas a ir lloviendo?
Pues esa pregunta nos estábamos haciendo ayer por la mañana cuando nos despertamos y llovía y llovía. Pero se nos ocurrió un plan, un plan perfecto que no podía fallar: el Museo de Ciencias Naturales.
Lugar bajo techo, calentito y con muuuuchos animales, una de las dos pasiones de Pequeño G, la otra, como bien sabéis, son los vehículos, concretamente los autobuses.
Pues bien, nos preparamos nuestro tupper de puré, y allá que nos fuimos, dispuestos a pasar un estupendo día de lluvia.
Me acordé mucho del primer museo de Pequeño G, los Museos Capitolinos, y me envalentoné diciendo, si pudo con ellos que son menos «atractivos» para un niño, con éste seguro que puede fenomenal.
Y vaya si pudo! Vamos que no se cansaba, no paraba de ir de un animal a otro. Carrera tras carrera.
El Museo de Ciencias Naturales tiene dos edificios, el de animales, y el de dinosaurios. La entrada se compra en el edificio de los animales así que fue el primero que hicimos (el que más ha gustado a Pequeño G). Nada más comprar la entrada y entrar a la galería principal, fue quitarle el abrigo y emocionadísimo se fue a ver una vitrina con una gallina de guinea (no habíamos visto una en nuestra vida, no os penséis que es que somos fan de este animal) y señalándosela a todo el que pasaba por ahí acompañado de un sonoro «eh».
Cuando conseguimos que se le olvidara la dichosa gallina, encontró la atracción estrella del día, este animal sí que es uno de sus favoritos, y lo conoce muy bien: el cocodrilo. Allí estaba, enorme, imponente, mostrando todos toditos sus dientes. Pues bien, no os exagero si os digo que pudimos estar alrededor de media hora entre unas cosas y otras pegados al cocodrilo. Os aseguro, que nunca he visto a mi hijo más feliz y más emocionado que delante de ese cocodrilo.

Seguimos avanzando, y a nuestras espaldas se ergía un elefante de dimensiones descomunales (todos los animales que estoy mencionando están disecados, por lo tanto son totalmente reales, con sus tamaños reales). Nos impresionó mucho. No hemos visto elefantes más que en el zoo, y nunca tan cerca, por lo que no nos hacíamos a la idea de cuán grandísimo podía llegar a ser este animal. Impresionante.
Después del elefante y tras ir corriendo detrás de Pequeño G que a su vez corría a diferentes vitrinas con diferentes animales, nos volvimos a parar en el león y el búfalo, bueno, a decir verdad era una leona, pero qué preciosidad, con unos ojos de un color verde intenso, maravilloso!
Después de esto, llegó otro favorito de mi hijo: el panda. Allí estaban, dos pandas, preciosos, simpátiquísimos, hasta parecía que uno de ellos esbozaba una sonrisa.

Osos, toros, linces, águilas, buitres, diferentes mamíferos pequeños, eran los que llenaban el siguiente pabellón dentro de ese mismo edificio: la fauna de la Sierra de Guadarrama. Muy realista y muy bien explicado todo.

Desde allí entramos directamente al siguiente pabellón, el mundo marino del Mar Mediterráneo. Muy interesante una hembra de calamar gigante expuesta que fue capturada en Fuengirola. Un animal impresionate, de más de 7 metros de largo.
Por último, las pinturas rupestres, lo que nuestros antepasados españoles pintaban en sus cuevas. Siempre me ha fascinado este tema. Es como si pudiéramos ver qué es lo que veían sus ojos en aquel momento. Cómo ya tenían sus técnicas, sus rutinas, su organización social, sus deidades,…es interesante pararse a pensar como en poco tiempo (poco tiempo comparado con el tiempo que tiene el mundo) las cosas han evolucionado y cambiado tanto. Lástima que muchas no hayan cambiado a mejor…
Una vez que terminamos todo esto, unas dos horas aproximadamente, nos fuimos, no porque Pequeño G estuviera aburrido, porque fueron dos horas de no parar, de ir de un lado a otro viendo animales, que le encantan, aprendiendo, descubriendo,…sino porque era su hora de comer.
Salimos a la calle, lluvia de nuevo, así que montamos a Pequeño G en su coche con su plástico, y rápidamente nos dirigimos a un restaurante cualquiera que encontramos a mitad de camino entre el edificio de los animales y el de los dinosaurios.
Allí dimos de comer a Pequeño G y comimos algo nosotros. Una vez que respusimos fuerzas, de nuevo a la calle a coger con ganas el edificio de los dinosaurios.
Este otro edificio quizá es algo más interesante para el adulto, pero menos interesante para un niño. El edificio de los animales es que es perfecto, muy llamativo, lleno de animales totalmente reales situados a la altura de los niños, o sea en pedestales muy bajitos, prácticamente a ras de suelo, muy bien pensado. Este otro edificio te muestra la evolución del ser humano, desde el australopithecus hasta el homo sapiens, con sus útiles, herramientas, instrumentos de caza, además de restos de ellos mismos – cráneos, dientes (a Pequeño G le encantaron los dientes, enseguida empezó a chasquear los suyos y tocándome la boca a mi para que la chasqueara yo también), diferentes huesos del cuerpo -, así como una colección de huesos y fósiles de dinosaurio. También hay algunos pequeños dinosaurios tipo reptiles o aves recreados, que fue lo que más le gustó a Pequeño G, incluido un cocodrilo gigante de hace miles de años sacando su enorme mandíbula por encima del agua.
En definitiva, si alguien vive en Madrid y tiene un hijo al que le interesen tanto los animales como al mío, es un plan estupendo en días de lluvia. De verdad, ha sido uno de los días que más feliz y emocionado he visto a Pequeño G y con eso es con lo que me quedo, porque ese es el objetivo de toda madre, ver a su hijo feliz.
Sin más, me despido por hoy, que tengáis un estupendo inicio de semana, cogedla con fuerzas, y ya sabéis, al mal tiempo…buena cara!
Besos.
Mamá G.
Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años – Abraham Lincoln.
¡Qué chulada de museo! Eso es lo que echo de menos en Asturias. Tener variedad de sitios a los que ir a pasar el día. Que los tenemos, si, pero no tantos como en Madrid. Al final los conoces todos y no hay más para hacer. Y encima aquí llueve en abundancia 😂😂. Nosotros salimos igualmente, si no… nos quedaríamos en casa 3/4 partes del año.
Qué bien se lo pasó tu hijo. Así da gusto 😀😀😀
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Haceis bien! Hay que salir! Y más si vives en sitios así donde llueve más, como tú dices, si no te tiras en casa todo el invierno!! Al final siempre encontramos los padres algo para hacer!! No sé cómo lo hacemos pero es verdad!! Un besote fuerte!!
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Afortunados vosotros por tener tanta variedad de museos. Son una opción estupenda para los niños (llueva o no llueva jjj).
Tenemos planeada una escapada a Madrid (aún no sabemos cuándo exáctamente) para ver la expo de El Prado de El Bosco (esa toca verla sí o sí). También había pensado en el museo de ciencias naturales o en el arqueológico… Tampoco quiero sobrecargarlo mucho jijiji… que me emociono con estas cosas.
Aquí le hemos llevado al Pompidou (de pintura), a uno de un pueblo cecano donde hicieron una expo de Playmobil, a uno arqueológico precolombino de otro pueblo vecino… Tenemos pendiente uno interactivo de música (no nos cuadra el horario jjj). La verdad es que siempre se lo ha pasado bien y se ha entretenido. Vamos a su ritmo, sin obligarle a nada y respetando sus intereses.
Ay, qué chulo sería tener museos chulos más cerca.
Un abrazo!
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Ya lleváis muuuchos! Vais a buen ritmo para tener dos añitos la criatura!! Eso es lo importante, ir a buen ritmo y con paciencia, ajustándonos a sus necesidades! Lo que no se me pasa por la cabeza es meterme al Prado a recorrérmelo con él…pero cositas cortas, exposiciones temporales de algo que nos interese, o museos en los que se expongan cosas que les interesen más a ellos (hay muchos interactivos ahora para niños) sí creo que haya que ir acostumbrándolos, siempre a su ritmo y lo que les apetezca! A mi también me encanta el Bosco! Me encanta todo el renacimiento! Ahí estaré yo también! Además para cuando pongan la exposición en el Prado ya tenéis buen tiempo aquí, que me parece que la abren a partir de mayo, no? Un besote muy fuerte!!
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La del Bosco sí que la veremos con él. Es algo que NO nos podemos perder. Si no me equivoco empieza a finales de mayo y es hasta septiembre.
Sólo veremos esa expo porque el museo nos lo sabemos de memoria casi jjj… (aunque no me importaría volver a recorrerlo entero una y otra vez, que conste). Si la visita se complica, me lo llevo a la tienda del museo que siempre entretiene o nos salimos fuera. Hemos hasta pensado que si no, nos turnamos para quedarnos con el pichón y ver la expo tranquilamente.
A ver si por aquí hacen algunas actividades chulas. En el museo Picasso suelen hacer talleres para niños, pero el pichón aún es pequeño para eso.
Todo llegará. El gusto por estas cosas hay que ir inculcándolo desde pequeñitos.
Que pequeño G. visitara los museo capitolinos es un muuuuuuy buen comienzo 😉
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¡Hermosa experiencia! Anotada la idea en mi lista de actividades para el 2016. Ya me imagino las reacciones de mi niña. 😃👍🏼
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Nos lo pasamos fenomenal! Sin duda, muy recomendable si le gustan los animales!
Un besito!
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Nosotros vamos al cine o de centro comerciales, aquí los museos brillan por su ausencia y sin duda es mejor.
Cómo disfrutó el peque! Jejeje
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Nosotros aún somos muy pequeños para ir al cine, pero lo estoy deseando yaaa!! Centros comerciales también es un plan recurrente!! Los días de lluvia es lo que tiene…
Besitos!
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Voy a investigar a cuanto sale la entrada que uno de mis sobrinos es un fanático de los animales y siempre estamos jugando a las granjas y me va preguntando cosas y más cosas de bichejos de los que apenas he oído hablar xD.
Un abrazo 🙂
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La entrada de adultos es 7 euros. Los niños no pagan, lo que no sé es hasta qué edad no pagan. El nuestro desde luego entró gratis.
Seguro que a tu sobri le encanta!!
Un besito!
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Pero qué plan más bueno, a mis peques también les encantaría. Les encantan los animales, de todo tipo, y ya no te digo los dinosaurios… En su granja han incluido dinosaurios también, jaja. Nunca han ido a un museo, y la verdad es que después de leerte me doy cuenta que les encantaría y estarían tan emocionados como tu hijo. Lástima que donde vivimos los tenemos un poco lejos, pero el plan está ahí… A ver cuando movemos el culete y hacemos una excursión de ciudad. ¡Besos y genial entrada, me ha encantado!
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Muchas gracias guapa!! A mi me encantan los museos, pero claro…hay que tener paciencia aún…no se puede ir a todo tipo de museo con ellos…A lo mejor a este no hubiera ido de no haber sido por él.
Disfrutó como nunca! Seguro que los tuyos también, si además tienen controlados los dinosaurios ya ni te cuento!!!
Un besote!
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Vamos, te digo que no se me hubiese ocurrido nunca llevar a Pichí a un museo, la verdad! Los animales no le llaman demasiado la atención de momento, es más un animalito de parque jajaja pero Pequeño G. disfrutó un monton, qué genial!! Con lo pequeñito que es!! Un plan genial para estos días lluviosos que hemos tenido 😛 Un besote!
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No? Pequeño G vive por los animales y los vehículos…es una cosa…ya se cuál es el siguiente plan museil…el del ferrocarril! Lo va a flipar bastante también…jajaja
Aunque un día de lluvia cualquier sitio es bueno si están calentitos y pueden corretear libremente!!
Un besazo!
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De ,momento a parte de la Princesa sofía no hay nada que le pirre pirre muchisisimo. El museo del Ferrocarril me suena q los domingos es gratuito!!! Ya me contarás q tal la experiencia!! Un besote!!
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Es el plan perfecto para un día lluvioso y de frío. Además, a los niños los animales les encantan! El mio se vuelve loco. Le llevaré algún día. Buena idea!
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Ya verás cómo le encanta! Ya me contarás! Los animales es algo que gusta a muchos niños!
Un besote!
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